10 El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel día, los cielos,
con ruido ensordecedor, se desharán; los elementos, abrasados,
se
disolverán, y la tierra y cuanto ella encierra se consumirá.
11 Puesto que todas estas cosas han de disolverse así, ¿cómo conviene
que seáis en vuestra santa conducta y en la piedad,